26.4.08

Ceremonia de Clausura




Gente, para nosotros el Bafici termina este domingo, en el programa 58º de Rastros de Carmín. Salimos en diferido, y hablamos de films de directores consagradísimos (y que además nos encantan) como Paranoid Park de Gus Van Sant, I´m not there de Todd Haynes, Le voyage du ballon rouge de Hou Hsiao Hsien, Funny Games U.S. de Michael Haneke, y varios otros.


Lo vas a escuchar desde las 22.00 por http://www.unaradio.com.ar/ o a la hora que quieras descargándolo desde acá o desde la sección "Rastros de Carmín" en la página de unaradio.


Y preparate porque en el programa 59º volvemos a la cartelera, vamos a hablar de cine uruguayo del bueno, y le vamos a dedicar un mini-especial a una grande: Marilina Ross. ¿o me vas a decir que no te gustó La Raulito?


Nos seguimos escuchando en esta segunda temporada. ¡Buena salud y mal instinto!


20.4.08

Día #12 - Final ¿feliz?



A Swedish love story, de Roy Anderson (Suecia, 1970, 125´)
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Punto final para el Bafici con una comedia a la escandinava: una historia de amor infantil ambientada en la Suecia de 1970. Como buena historia de amor, esta también es imposible, aunque no por la típica diferencia de clases sino porque ella es de la ciudad y él del campo. En el medio se cruza la batalla entre un vendedor de electrodomésticos y un campesino que no los necesita, todo en una fiesta grotesca y con un humo(r) particular atravesándolo todo. El festival es historia y la pelicula de Anderson es el mejor final posible: al igual que sus personajes, sentimos una mezcla de alegría y tristeza que nos va a durar un buen tiempo.

Día #11 - I AM there





Le voyage du ballon rouge, de Hou Hsiao-Hsien (Francia, 2007, 111´)


Si en Cafè Lumière (2003) Hou mostraba las diferencias entre el Taiwán de Ozu y el actual, en Le voyage... los objetivos son bien distintos. Adaptación libre del film de 1956, aquí Hou refelexiona sobre los procesos artísticos, su construcción y sus protagonistas. Un globo rojo se desplaza por la pantalla de manera extraña, no parece errante sino guiado. En un momento del film Hou decide develar el truco: un señor vestido de verde lo lleva de una cuerda mientras la cámara lo sigue. El misterio de la cuarta pared se cae, mientras nosotros decidimos de qué lado posicionarnos: del de la mirada inocente de un niño asombrado, o del de la locura del artista que está detrás (y delante) del proyecto.




Of freaks and men, de Alexei Balabanov (Rusia, 1998, 90´); se proyecta junto al cortometraje The arrival of a train: Trofim, de Alexei Balabanov (Rusia, 1995, 25´)


Dos gemelos siameses que cantan ópera, una mujer ciega que no ama a su marido, un sótano donde se sacan fotos de desnudos "artísticos" (¿?). Punto de partida para que Balabanov se despache con una historia en sepia sobre la llegada del cinematógrafo y los orígenes del cine erótico. En Trofim lo lleva más al extremo y nos preguntamos si no existirá una alternativa -más grotesca e hilarante- a la historia oficial que cuenta el nacimiento del cine con la llegada de aquel tren de los Lumière.




I´m not there, de Todd Haynes (EE.UU./Alemania, 2007, 135´)


Larga vida también a Todd Haynes, por supuesto. La referencia es conocida: seis personajes hacen de Dylan, en diferentes momentos de su vida personal y artística. Y hay un dato hiper transitado: Cate Blanchett se pone la peluca y se sienta en el Kodak Theatre a esperar un Oscar que merecía y no le dieron. Todo eso es lo de menos. Todd Haynes -el de Safe (1991), Poison (1995), Velvet Goldmine (1998) y Far from heaven (2002)- hace otra película épica, de esas que parecen la última de su vida, partiendo de la vida de Dylan para dar cuenta de una época y de una generacion. Sí, Haynes también se animó al cine generacional, y el resultado tiene la locura de toda su filmografía. Peli obligatoria -por suerte tiene estreno previsto- sobre la que volveremos durante todo el 2008 y seguramente algunos años más.


19.4.08

Día #10 - Larga vida al cine






Paranoid Park, de Gus Van Sant (EE.UU., 2007, 90´)
Serge Daney decía que le gustaba el cine de Gus Van Sant porque filmaba en diez planos lo que a otros directores les llevaba toda la carrera. Lo interesante de la anécdota es que Daney murió hace más de quince años, cuando Van Sant había hecho Mala Noche (1985), Mi mundo privado (1991), y apenas un puñado de películas más. En Paranoid Park apaga definitivamente los colores saturados de Elephant (2003) para adaptar la novela de Blake Nelson: una historia oscura, otra vez teñida por la muerte, y otra vez con un adolescente lacónico como protagonista. Las obsesiones de Van Sant se reproducen: la opresión de las escuelas, la estupidez de los padres, lo difícil que es relacionarse con los otros, y la soledad como refugio. Con las imágenes más bellas de todo el Bafici, Paranoid Park merece una segunda visión fuera de la vorágine del festival, y su director un capítulo propio en la historia del cine generacional estadounidense.

Morceaux de conversations avec Jean-Luc Godard, de Alain Fleischer (Francia, 2007, 125´)
Una de las razones por las que este tipo de documentales se vuelven fascinantes es porque nos recuerdan algo que a veces pasamos por alto: Godard está vivo. En Moreceaux... Alain Fleischer sigue al cineasta francés durante la preparación de una exposición por encargo y durante unas charlas con estudiantes de audiovisual y bellas artes de aquel país. Godard trata de hacerles entender que mientras haya algo que no se haya visto -algo que sólo una cámara pueda mostrar- la experiencia del cine va a tener sentido. Y de sus palabras surge un diagnóstico que no por conocido deja de ser demoledor: el cine está en ruinas. Eso sí, Godard vive. La pregunta se vuelve obvia, ¿habrá cine (el cine de la duda, el de la ceguera) después de Godard?

18.4.08

Día #9 - Esquemas juveniles





Pas a Nivell, de Pere Vila (España, 2007, 103´)


Cine generacional, ¡cómo me gusta!. Lejos de las referencias habituales sobre el tema (la reciente Juno, el universo Rejtman-Acuña, o incluso Farval Falkenberg) Pere Vila construye una historia de silencios y metáforas alrededor de un adolescente que ya pasó los veinte. Padres que entienden poco, un trabajo aburrido (sí, trabajar en una playa también puede ser aburrido), incertidumbre frente a los estudios, y dificultades para acercarse al sexo opuesto. Todas cosas que ya vimos, pero esta vez construidas sobre detalles mínimos. Marc, el protagonista, está estancado, lo sabe, y no tiene claro cómo cambiar. Pues bien, Pere Vila le da el tiempo necesario para que desarrolle esa mutación, para que pueda descubrir cuál es el momento exacto para cruzar el paso a nivel. Quizás lo desencadene el encuentro con el amor, quizás la pérdida de alguien querido. Como sea, no hay presiones sobre Marc -notemos la ausencia de primeros planos sobre su omnipresente silueta- sino un universo por delante tan inmenso como el mar, esperando pacientemente cada uno de sus movimientos.




Night and Day, de Hong Sang-soo (Corea del Sur, 2008, 145´)


Night and Day es el ejemplo paradigmático de las comedias que te hacen salir de sala como si hubieras visto un drama. Rodada casi íntegramente en París, cuenta la historia de un pintor que por un problema de drogas tiene que dejar Seúl para instalarse en Francia. Su novia queda en Corea, mientras que en París conoce a más de una chica que le va a hacer la vida imposible (cosa que no cuesta demasiado). Hong consigue lo que nadie: filmar París casi sin franceses, y así y todo mostrar el desencanto europeo hacia la inmigración (nótese la diferencia entre el trato que se le da a los coreanos y el que se le da a un pichón que cayó de su nido). Para mejor, construye diálogos con la fuerza de una cachetada, y los pone en escena con unos zoom que profundizan ese impacto. Valga sólo uno como ejemplo: una pareja se reencuentra después de diez años, y cuando se juntan a tomar un vino ella se despacha con un "¿sabés cuántos abortos me hice por tu culpa?". Risas, sí, risas...


17.4.08

Día #8 - Estado de tensión





El círculo, de José Charlo y Aldo Garay (Uruguay, 2007, 90´)


En 1973 nueve presos políticos fueron trasladados a diferentes cuarteles militares, y durante más de diez años nada se supo de ellos. Se los llamó, con mucha lógica, "los rehenes". El eje el documental es el testimonio de Henry Engler, número dos de Tupamaros en ese momento, hoy reconocido neurólogo y candidato al Nobel por sus descubrimientos sobre el mal de Alzheimer. El título del film hace referencia a la defensa de Engler contra la psicosis: un círculo imaginario sobre la pared dentro del que colocaba los "malos pensamientos" para no sucumbir a la locura. Y funciona también como metáfora del camino recorrido, ese que lo llevó de querer cambiar la forma de pensar de una sociedad, al estudio del cerebro y las sustancias que entorpecen su buen funcionamiento.




Funny Games U.S., de Michael Haneke (EE.UU./Francia, 2007, 111´)


Haneke hace una remake del film que él mismo realizó en Austria hace una década, y lo compone de forma idéntica. Funny Games U.S. comienza con planos aéreos sobre una camioneta que se desplaza por la ruta. Un matrimonio (Naomi Watts y Tim Roth) juega a adivinar qué compositores de música clásica son los que suenan en el equipo. Luego, el quiebre. Mozart y Haendel le dan lugar a un escandaloso grunge. Así, sin justificación aparente. Lo mismo sucede con los dos jóvenes rubios que, a partir de una inocente visita para pedirles cuatro huevos, transforman las vacaciones del matrimonio en una pesadilla. Haneke vuelve a indagar sobre la violencia "sin sentido" (¿quién puede atribuirse la facultad de otorgar sentido o no a eso que llamamos violencia?) y lo hace sin música incidental que matice las escenas, sin trucos de montaje, y con la angustiante interpelación de uno de los personajes a la cámara, decisión que nos mete en el film y nos obliga a salir de la cómoda posición de espectadores para tomar partido en la situación. Tengo que hacer memoria para recordar una película que me hiciera sentir tan tenso durante su proyección. Varias horas después de dejar la sala todavía no pude encontrar alguna.


16.4.08

Día #7 - Madre hay dos solas




Two mothers, de Rosa Von Praunheim (Alemania, 2007, 87´)


Segundo film del director alemán proyectado en este Bafici luego de Dead gay men and living lesbians (2008). En este caso deja de lado los testimonios de terceros para iniciar una búsqueda que lo tiene como protagonista. Gertrud, la mamá de Rosa, le confesó a los 95 años que en realidad no era su madre sino que lo recogió de un hogar de niños. A partir de allí el director mueve cielo y tierra para descubrir la historia de Edith, su madre biológica. El registro de un pedido de pañales de una mujer en prisión es la clave que empieza a descifrar el misterio: Von Praunheim nació en cautiverio y Edith murió muy joven. Dos madres y ningún padre, en otro de los grandes documentales del festival.



Return to the scene of the crime, de Ken Jacobs (UK, 2007, 92´); se proyecta junto al cortometraje Capitalism: Child Labor, de Ken Jacobs (UK, 2006, 14´)


Esta es rara dentro de las raras. Primero aclaro que la vi en la función de prensa donde la mayoría de los presentes abandonó la proyección mucho antes del final, un dato sintomático que será motivo de otro análisis. Los dos films proponen una temática similar llamada found footage: tomar imágenes viejas (un trozo de film de 1905 en el largometraje, una foto un poco más reciente en el corto) y desde allí posicionarse en diferentes lugares de la imagen para profundizar sobre el detalle e intervenirla. Color, recorte, negativo, toda una serie de técnicas aplicadas sobre un registro durante más de una hora y media. Un film excesivo sobre la anarquía de los estímulos que nos rodean y nuestra (im)posibilidad de darles un orden determinado. "Cine forense" al decir de Jacobs, un eterno retorno al mismo lugar, y las opciones freudianas de siempre: repetir por siempre, o reelaborar como una forma de resistencia.



The sun and the moon, de Stephen Dwoskin (UK, 2007, 60´)


Dwoskin toma el famoso relato de La Bella y La Bestia y ofrece unas modificaciones sustanciales. En primer lugar, le quita los juicios de valor a las partes, y en su lugar propone un ambiguo El sol y la luna. En segundo lugar, agrega un tercer elemento a la fábula (una mujer testigo de ese encuentro) que funciona como espejo de nuestra angustia frente a lo que estamos mirando. Sin diálogos, envuelta en gritos espeluznantes, y con encuadres monstruosos similares a los de la charla entre Laura Dern y su nueva vecina al comienzo de Inland Empire, el film de Dwoskin es un cachetazo a los cánones de belleza. Mientras veía el film recordaba una publicidad de shampoo que propone redefinir belleza. Pues bien, los cuerpos desnudos y en detalle de una joven rubia y de un adulto poliomielítico (¡el propio Dwoskin!) pueden servir como un interesante punto de partida.



Smiley Face, de Gregg Araki (EE.UU., 2007, 88´)


El mejor cierre para un día de excesos: una comedia pochoclera sobre una fumona hilarante al límite de lo soportable. Araki es el prototipo del director desparejo: filma cosas buenísimas como The living end (1992), Totally fucked up (1993), o la gran Mysterious Skin (2004), junto a otras como Splendor (1999) o The Doom generation (1995). En esta vemos cómo Jane (brillante Anna Faris) transforma un día común y corriente más en una catarata de delirios por culpa (¡gracias a!) una accidental ingesta de marihuana. Para cagarse de risa, lo que no es poco en un festival donde las comedias no son moneda corriente.

14.4.08

Día #6 - Carmen, Miguel y Santiago





Calle Santa Fe, de Carmen Castillo (Chile, 2007, 163´)


Cuando una vez finalizado se hagan las crónicas de este Bafici el título debería ser "En Construcción". No sólo por la presencia de Guerín y su díptico En la ciudad de Sylvia y Unas fotos en la ciudad de Sylvia, sino por la proliferación de películas (y miradas) que (se) construyen durante el proceso de realización, sin la existencia de un a priori que las defina de antemano. Calle Santa Fe es otra muestra de esta saludable tendencia. La historia oficial cuenta que el 5 de octubre de 1974 un comando policial ingresó a la casa de Miguel Enríquez (secretario general del MIR, partido revolucionario perseguido por la dictadura) y su pareja, Carmen Castillo (la directora del film). Ella, embarazada, quedó gravemente herida, pero se curó después de algunas semanas de internación, para luego ser expulsada de Chile. Él murió. Carmen Castillo vuelve a esa casa desde el exilio buscando respuestas que nadie parece tener. Y parte de esa experiencia personal para (re)construir la historia de una generación y de un proyecto de país que empezó su lenta agonía con el bombardeo a la Moneda. Un par de escenas hacen de Calle Santa Fe un documental de visión imperiosa. Una, aquella en la que Carmen se reencuentra con el vecino que pidió la ambulancia que le salvó la vida, y donde se entera (en el mismo instante en que queda registrado) qué papel jugó Miguel durante la balacera. La otra, cuando cuenta a un joven activista que quiere adquirir la casa de la calle Santa Fe, y éste le responde que hay que restarle energía a las acciones individuales para ponerla en las colectivas. El documental toma otro rumbo, su realizadora toma otro rumbo, la historia toma otro rumbo, y el cine está ahí para registrarlo en ese preciso instante. Es cierto, al film se le pueden criticar algunas cosas, especialmente las continuas redundancias en las que cae por abusar de la voz en off y la música agregada sobre un material de archivo con suficiente peso propio como para necesitarla. Pero si pensamos que lo único que queda en Chile de la figura de Salvador Allende es un par de anteojos partidos, son detalles que podemos pasar por alto.

Día #5 - La mirada que construye


En la ciudad de Sylvia, de José Luis Guerín (España, 2007, 84´)
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Uf... ¿qué decir de una película como la última de Guerín? Otra reflexión sobre el cine, otra visión política sobre la subjetividad de la mirada y la función del cine en el proceso de observar. De nuevo hay una ciudad, que no sería si esa mirada no estuviera. Un juego de espejos en el que los rostros de las mujeres se confunden y se vuelven únicos. Una película imprescindible que le confirma a Guerín su lugar entre los grandes filósofos del cine.

13.4.08

Día #4 - El agujero negro


Help me Eros, de Lee Kang Sheng (Taiwan, 2007, 103´)

Un especulador de bolsa en bancarrota adicto a la marihuana. Una chica que atiende una línea telefónica de ayuda, y a la que su marido sólo le cocina y la engorda. Otra chica que atiende casi desnuda un puesto callejero entre luces de neón. Historias atravesadas por la soledad, el sexo, el encantador horror de las grandes ciudades, y la (omni) presencia de Tsai Ming-liang.


Profit Motive and the Whispering Wind, de John Gianvito (EE.UU., 2007, 58´)

Si a alguien le dicen que hay una película que quiere reivindicar a un sector excluido del sueño americano (feministas, anarquistas, indígenas, sindicalistas, y hasta Sacco y Vanzetti) es muy probable que uno piense en cualquier cosa menos en este film de Gianvito. La cinta comienza con una placa que reza La memoria a largo plazo es la idea mas rádical en EE.UU., para desde allí construir una historia que cruza la quietud de placas, tumbas y monumentos, con la fuerza y la energía de algo tan vivo como el viento. Una rareza en la competencia internacional que aporta otra manera de hacer documentales políticos.


Avant que j´oubile, de Jacques Nolot (Francia, 2007, 118´)

Lo primero que vemos en el último film de Jacques Nolot es la pantalla completamente blanca, y un círculo negro que comienza como un punto en el centro para ir haciéndose cada vez más grande hasta abarcarlo todo. Algo parecido nos sucede mientras vemos la cinta. Nolot actúa y dirige la historia de un viejo gay con HIV en la que la muerte, el sexo, la soledad, la plata y la espera funcionan como satélites permanentes. Casi dos horas pobladas de diálogos; casi, la escena del final no tiene palabras, y así dejamos la sala. Mirando para abajo, con un nudo en la garganta. Uno de los cierres más desoladores que puedan pensarse para una película a la que no le faltan momentos de humor.

12.4.08

Día #3 - Chapa y pintura

Dead gay men & living lesbians, de Rosa Von Prauheim (Alemania, 2008, 87´)

Tercer día, tercera película, tercer documental, tercera vez al cine Cosmos. Rosa Von Prauheim presenta siete testimonios: el de tres varones gays mayores de 80 años sobrevivientes al nazismo (temática recurrente en su filmografía, vean si no El Einstein del sexo -1999- o incluso No es perverso ser homosexual, perverso es el contexto -1970-); y el de cuatro lesbianas adultas luchando por la visibilidad y la conformación de una familia. El film alterna momentos poco trascendentes (¿a quién le importa hoy en día si una persona, cualquiera sea su identidad sexual, es monógama o no?) con otros geniales. Y sobresale especialmente el de un viejo masoquista de 90 años -que pese a haber sido victima del régimen no condena al nazismo- con su cuerpo todo tatuado y perforado, buscando el placer en esos rituales hasta el último momento de su vida.



Ere erera baleibu icik subua aruaren... de José Antonio Sistiaga (España, 1968, 75´)

Definida por su director como "un intento poético de un proceso biológico" el film consiste en más de cien mil fotogramas pintados a mano con tinta sobre el celuloide. No hay diálogos, música ni sonido alguno: es un film completamente mudo como homenaje al color, que rompe toda relación entre éste y el sonido. Y a diferencia de otros films que recurren a la técnica de pintado sobre el celuloide, en su mayoría cortometrajes breves, aquí Sistiaga se despacha con un largometraje de una hora y cuarto. Ah, el título... sonidos sin un significado preciso, una burla a la dictadura franquista que le obligaba a titular el film para poder conseguir un negativo. Primera experiencia extrema de un Bafici que promete otras.

11.4.08

Día #2 - ¿Lynch? No, ¡Lacuesta!


Lynch, de blackANDwhite (Dinamarca/EE.UU., 2007, 84´); se proyecta con el mediometraje Las variaciones Marker, de Isaki Lacuesta (España, 2007, 35´)

El largo sobre Lynch sigue al director durante parte del rodaje de Inland Empire (2006). Es increíble verlo trabajar, cómo se le ocurren las ideas, sus obsesiones con los objetos (herencia de su formación como artista plástico), la manera en la que dirige a los actores, etc etc. Ahora, por increíble no deja de ser previsible, y en buena parte de los 84 minutos de duración nos aburrimos un poco y nos dedicamos a adivinar cuánto peso tiene el propio Lynch en la realización de este making of. La sorpresa (muy grata, por cierto) vino antes, de la mano del español Isaki Lacuesta (Cravan vs. Cravan, La leyenda del tiempo). Un mediometraje ¿documental? que se apoya en ideas e imágenes de Chris Marker para reflexionar sobre el peso de los símbolos en el lenguaje y en las diferentes expresiones artísticas. Una verdadera joyita, tan compleja como las mejores películas de Lynch.

9.4.08

Día #1 - El cine se mira a sí mismo



Un lugar en el cine, de Alberto Morais (España, 2007, 106´)

Cuesta imaginarse un mejor comienzo para este Bafici. En Un lugar en el cine, Alberto Morais traza la línea de tiempo del neorrealismo italiano, situando el puntapié inicial en Roma Ciudad Abierta (1945) de Rossellini, y el epílogo en la filmografía de Pasolini -especialmente Pajaritos y Pajarracos (1966)-. Desde ese lugar trata de preguntarse cómo el cine logró (y logra aún hoy) subsistir a las dictaduras y las guerras, creando nuevos lenguajes desde el lugar de compromiso de ciertos realizadores. Morais no se queda en el pasado sino que le da voz a directores de la actualidad para que reflexionen sobre el cine y su actual lugar de resistencia. Los testimonios que sobresalen son los de Theo Angelopoulos (La eternidad y un día) y Victor Erice (El espíritu de la colmena, El sol del membrillo). Sin duda estamos en un momento de transición, una "era de espera" según el director griego. En el ejemplo de algunos viejos cineastas puede estar la clave que devele el misterio: ¿cuáles son las nuevas formas de expresión que se están gestando? y ¿cuál es el lugar que los cineastas tienen frente a esta situación? Una de las primeras pelis imperdibles del festival abre el juego para este debate.

7.4.08

Cuenta regresiva




No importa si es nuevo o no es nuevo. No importa si ya viste a Tarantino o a Fellini. Nada de eso importa. Empieza otro Bafici y en la ciudad se respiran otros aires. En Rastros de Carmín ya lo largamos. Hacé click en nuestro programa 55º y escuchá la larga lista de recomendaciones de Leandro Listorti, programador y amigo de la casa.


Y estate atento. El próximo domingo le vamos a dedicar buena parte del programa 56º a José Luis Guerín, el director de En construcción que viene a presentar su nueva peli, En la ciudad de Sylvia. Sabés que en el programa le damos mucha bola al cine documental español, y es una oportunidad única para escuchar y ver a uno de sus mejores exponentes.


Te dejamos de regalo una foto del film Death in the land of Encantos (Filipinas, 2007), del realizador Lav Diaz, sobre un poeta que vuelve a sus pagos luego del devastador paso de un tifón. Una peli que tiene la particularidad de durar apenas 9 horas. Sí, Bafici en estado puro...


Acordate que estamos al aire todos los domingos a las 22.00 (hora argentina), minutos después de El Monte Análogo, por http://www.unaradio.com.ar/. Y en el blog almacenamos todos los programas, para que manejes tus tiempos. Nos estamos escuchando. ¡Buena salud y mal instinto!

2.4.08

En la ciudad del cine




Este domingo empieza el 10º Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente. No en las salas todavía, pero sí en Rastros de Carmín. Nos visita Leandro Listorti, uno de los programadores, que nos va a estar recomendando lo mejor de un festival inabarcable. Te esperamos en http://www.unaradio.com.ar/ desde las 22.00 (hora argentina) con lápiz y papel en mano. ¡Buena salud y mal instinto!
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Acordate que entrando en la página de unaradio podés ver los posteos de los programas y descargarlos a tu compu. Nos seguimos escuchando.
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