22.6.09

Alberto Fuguet habla de Andrés Caicedo y del libro "Mi cuerpo es una celda"


A continuación, una entrevista al escritor y director de cine chileno Alberto Fuguet, en el que habla del colombiano Andrés Caicedo. Fuguet acaba de montar y dirigir el libro "Mi cuerpo es una celda", recopilación de textos de Caicedo, que viera la luz en 2008. La entrevista estuvo a cargo de Agustín Masaedo, de El Amante / Cine.



“Se me confunde escribir con filmar”
Entrevista a Alberto Fuguet, por Agustín Masaedo

El último libro de Alberto Fuguet es de Andrés Caicedo. No “sobre”; de. En la tapa, su título –Mi cuerpo es una celda, tomado de una canción de The Arcade Fire– va acompañado, arriba, por el nombre del crítico, escritor y suicida colombiano, y abajo por la aclaración “Una autobiografía”. En la esquina inferior, Fuguet aparece acreditado en los rubros “Dirección y montaje”. Pero esa aparente extravagancia la comenta él aquí mismo, más adelante; por ahora baste saber que Mi cuerpo es una celda es una obra notable. Y múltiple: cine documental por escrito (con su making of y sus extras de dvd, o bonus tracks incluidos, entre ellos el magnífico tratamiento de un guión de western que alguien debería filmar alguna vez), la pieza faltante en el rompecabezas fatal de la bibliografía caicediana que la editorial Norma viene reeditando a paso firme, la llave mental a la prisión del cuerpo de ese muchachito debilucho y tartamudo que habría sido nuestro maestro o nuestro amigo si tan sólo lo hubiéramos conocido antes.




En la charla que diste en el Bafici hablabas de “cortarle el pelo a Caicedo”. ¿En qué consistiría eso exactamente?
Me di cuenta de que su fama en Colombia era superior quizás a la que a él le hubiera gustado. Un culto, un mito, sobre todo en Cali. Allí fui a un colegio y los niños de 14 recitaban frases de Caicedo... Pero ese público no era literario; y conversando con gente de Bogotá escuchaba (básicamente, me daban un consejo): “Tú ya estás un poco grande para seguir con esto”. De buena fe me lo decían. Además yo tenía un poco la cruz de que nunca crezco, de que ya sería bueno que las canas empiecen a hacer su trabajo… Y pensaba “¿Por qué me dicen eso?”. Porque en el ámbito cultural colombiano, Caicedo no es correcto. Es un rockero, un tipo de pelo largo; alguien que sólo les interesa a los drogadictos, a los cinéfilos, a las tribus. Entonces me propuse demostrarle a esta gente que Caicedo era un escritor que superaba a sus fans: “Le voy a cortar el pelo.” Quise jugar con los prejuicios sobre él, al margen de su mérito o su talento, preocupándome por no escribírselo a los fans; no por hacer la película para el chico de Cali sino para que el señor mayor pueda comparar a Caicedo con Pavese. Creo que los directores deben tener siempre la capacidad de conquistar públicos nuevos, no escribir sólo para la platea. Filmar para la platea, se me confunde escribir con filmar.

Cuando te propusiste escribir el libro, ¿ya habías encontrado todo este material inédito?
No. Primero Ojo al cine, primero Caicedo como crítico, del que me enamoré de inmediato. Luego escribí que él era “el mártir de los cinéfilos”, “el hombre que vio demasiado”. No porque a mí me interese morir por el cine, pero la idea de que alguien lo haya hecho me resulta romántica y fascinante. Y después estaba este lado mío más intelectual, que habiendo escrito en contra de García Márquez en McOndo me hizo ver a Andrés como la prueba viviente de que uno podía venir de un pueblo pequeño de América Latina y no escribir sobre abuelas que vuelan.

En ese sentido, el de buscar una voz de las ciudades latinoamericanas, hay muchos puntos de contacto entre tu obra y la de Caicedo.
Es que es como si tú un día vienes con un libro sobre un cineasta, pues más vale que sea uno que te interese (risas). Digo, no es obligación, pero que al menos haya un contacto. Eso lo decía el mismo Caicedo: que él era mucho mejor crítico cuando escribía sobre las películas que le gustaban. Después me pareció también que había una suerte de conspiración –que creo que se está rompiendo ahora–, equivalente a la que puede darse en el cine. ¿Por qué hay alguna gente famosa, publicada a la que le hacen notas y otra gente a la que no? Veía muchos autores colombianos que no me interesaban nada, nada, nada, y ni una palabra sobre Caicedo. Y como nadie hacía este libro dije “bueno, lo hago yo”. Ahora, yo no sabía todo lo que me iba a encontrar, y tuve la suerte de que lo que encontré era bueno. Todo el mundo me había dicho que había material inédito y yo intuía que iba a haber suficiente para un libro.

Y había para varios.
Y había, sí, pero tampoco quería engolosinarme; por eso yo monté y edité. Porque publicar todas sus cartas sin ningún montaje era hacerle un flaco favor a Caicedo. Yo quería cuidarlo, potenciarlo. Por eso lo de montaje, porque yo corté bastante.

¿Cómo fue ese trabajo? ¿Muy diferente a dirigir y editar una película?
No muy distinto a lo que hiciste tú conmigo. (risas; AF se refiere al texto sobre Unos pocos buenos amigos del catálogo del Bafici, cercenado por razones de espacio). Podría haber escrito un libro de 500 páginas y la editorial habría estado feliz, pero sentí que él se iba por las ramas, que repetía muchas veces la misma idea… Incluso había cartas que eran de droga, y me parecía que más bien le hacía daño, que para él no era divertida la droga. Ponía siete veces “Estoy triste”; párrafo siguiente “Estoy triste”. Mejor ponerlo una sola vez, ¿no?
También encontré un montón de lo que llamo posts, que en el libro están marcados con puntitos negros, y no son otra cosa que subrayados –para mí es muy importante subrayar libros, y espero que a este libro la gente lo subraye–. Ojalá algún día esos posts aparezcan en un epígrafe, una tarjeta, que alguien ponga uno en su blog, lo que sea. Porque había un montón de cartas relativamente desechables, pero dentro de esas crónicas, disperso, había material bueno. Y no se trataba de hacer una colección de cartas, sino de hacer un libro: una autobiografía.

¿Y veías claramente la división en etapas de la vida de Caicedo o es sólo una “decisión del director”?
Es como una película: “se va a matar, no se mata”, y volvamos para atrás (risas). Pensé que era mejor contar el final al comienzo. Sentí que el suicidio tenía que enfrentarlo de una y no al final; que no importaba el final. No era un whodunit, no era el tipo de película en la que importa si fue o no el mayordomo sino por qué el mayordomo lo hizo, porque el mayordomo estaba ahí desde la primera toma. Los capítulos exactamente no los tenía; sí sabía que había uno que me fascinaba más que el resto, el que más quise investigar y del que conseguí más material inédito.

El del viaje a Estados Unidos (“Borderline / Cruzando fronteras”).
Claro. Para mí era muy importante que en un libro latinoamericano apareciera un chico que quería ir a Hollywood, que rompe toda la tradición latinoamericana del escritor: él nunca menciona Barcelona, ni siquiera Buenos Aires como capital o lugar de peregrinación. Su tierra prometida es Hollywood. Y yo siempre sentí, sobre todo conversando con una de sus hermanas, que su vida en EE.UU. fue fatal.

Otra idea muy interesante de tu (¿su? ¿el de ustedes?) libro es la especulación de que la tecnología podría haberle salvado la vida, la hipótesis de “Caicedo como blogger”.
A ver: me parece que Caicedo tenía características que todos los cinéfilos tienen, que era alguien con mucha curiosidad por la vida, pero también mucho pánico a vivir.

¿Llevadas al extremo?
Al extremo pero no tanto, eh. Para mí está cinco pasos más allá de lo que considero el cinéfilo “normal”, alguien que lee sobre cine, que ve películas... En un punto la cinefilia es una enfermedad. No me vengas a decir que eres completamente normal, no la compro (risas). A partir de ahí me parece que hay distintos grados de patología, y él lo tenía súper claro: esto es una enfermedad. Pero también es su cura, la cinesífilis. Los cinéfilos necesitan compartir su cinefilia con alguien, no les basta con la experiencia individual. Y ahora con los blogs hay una calma más grande, se puede compartir. Caicedo no tenía con quién. Mi impresión es que hoy alguien tímido, raro, inhibido, bipolar y con un deseo incontrolable por verlo todo y por la información –esa cosa de la trivia, de saber que la información vale más que el oro y de que aquél que vio algo vale más que tú hasta que lo alcanzas– puede escribir con respuesta inmediata, puede conocer pares y tener un grado de intimidad que no implica verse físicamente. A Caicedo le complicaba todo lo que implicara mirarse a los ojos, pero creía en la primera persona, no le daba vergüenza hablar de sí mismo. Escribirse con gente de otros países, el Skype, los posteos a favor o en contra… sobre todo creo que a él le habría cambiado la vida el torrent; quizás no habría tenido ni que ir a Hollywood, a su calvario. Creo que lo habría podido pasar mejor, que la tecnología lo habría ayudado. Eso es lo que creo, por ahí me equivoco. Pero me gusta pensar que la tecnología tiene ventajas.

.

21.6.09

Los problemas de distribución y exhibición de films nacionales: opina Gustavo Postiglione



Algunas ideas en relación al problema de la distribución
por Gustavo Postiglione (director de Dias de Mayo)

Casi 10 años atrás había acordado estrenar El asadito en dos salas, una en Buenos Aires y otra en Rosario, gracias a las gestiones de un amigo -ya fallecido- que fuera Secretario General del Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICA) y Vicepresidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Roberto "Tato" Miller. Esto era noviembre de 2000. Cuando tenía casi todo arreglado con los cines aparece un distribuidor (Pascual Condito), al cual yo le había firmado (vaya uno a saber por qué) un contrato para que distribuyera mis producciones. Pascual me increpa y me dice que él no me autoriza a estrenar mi película. Yo había filmado El asadito en 1996, casi cuatro años antes, y no me pensaba dejar amedrentar por este señor, al que le dije:

-Pascual, si vos no me dejás estrenar la película yo voy a tu oficina, te parto el escritorio a patadas, te cago a trompadas y después te pego un tiro.

Creo que soné muy convincente ya que estrené El asadito en 15 salas con las copias pagadas por el mismo Pascual, que entiende ese tipo de códigos. Pero claro, esta es una anécdota simpática que lo único que hace es dejar en claro cómo y en manos de quién está el negocio de la distribución en Argentina. Porque de 10 años a esta parte, si bien mantuve varias peleas con Pascual a partir de otras películas, los resultados de la falta de políticas de distribución están a la vista.

Hoy, para estrenar una película, hace falta avisar (a través de la distribuidora) con tres meses de anticipación para saber el calendario de los estrenos nacionales. Luego. un mes antes del estreno el distribuidor pide salas a los cines para estrenar una película nacional. De todo esto está al tanto el INCAA, ya que recibe la misma información que los exhibidores. Quince días antes (aproximadamente) los cines deben informar las salas que le otorgaran a las películas argentinas que las han solicitado, esa misma información se las deben enviar a la distribuidora como al INCAA para que la Gerencia de Fiscalización controle que se cumple con la ley, cuota de pantalla, etc. Y si no informan en tiempo y forma el INCAA debe intimar a las salas a responder y a explicar por qué no van a pasar una (o varias películas argentinas).

Mientras tanto, el productor está sacando la película del laboratorio, pagando las últimas deudas, contratando la mínima publicidad que puede hacer y gestionando las notas de prensa necesarias para comunicar el estreno y esperando que el distribuidor le diga cuantas copias tiene que encargar al laboratorio.

Pero cuando falta menos de una semana para el estreno y no se sabe qué sala se tiene (o si hay sala), si los afiches que mandé a pegar los tengo que salir a despegar, los ánimos se ponen un poco tensos. Voy a la distribuidora y pregunto qué hacer:

-Lo que pasa es que viene Angeles y demonios con 180 copias y después Terminator 4 con 190 y …

-Pero necesito sólo 4 salas.

-Pero igual está difícil meter la película.

-Pero hace dos meses en el Festival de Berlín me aseguraste que estrenábamos en 10 salas y que iba a ser muy fácil conseguirlas.

-Pero... ¿Viste como cambió todo? No es mi culpa, vos sabés cómo cuido las películas argentinas, el problemas es el INCAA, ellos te tienen que dar una respuesta, nosotros lo único que hacemos es tratar de conseguir cines y si no conseguimos no tenemos la culpa, es el INCAA.

Decido no romperle el escritorio y voy al INCAA. Pido hablar con Fiscalización, un señor amable me atiende y se me queda mirando un rato largo sin decir nada y después es poco lo que dice.

-El que se tiene que hacer cargo es el distribuidor, nosotros sólo fiscalizamos.

-Pero ustedes son el organismo que regula la actividad cinematográfica.

-Sí.

-¿No tienen que intimar a los cines a que den respuestas si no contestan ante la solicitud de las salas?

-Sí.

-¿Y ustedes han intimado a algún cine en lo que va del año por no responder a lo que tienen que responder?

-No

-¿Y por qué?

Sin respuesta, me sigue mirando.

-Te pido un favor, ya que no lo hicieron, ¿pueden intimar a los cines ya que no nos han respondido para saber que sucederá con mi película? Y de paso lo hacen de ahora en más.

Luego de mirarme un rato más, acepta intimar a los cines y me promete que tendré las cuatro salas de estreno en Buenos Aires más las dos de Rosario.

Al llegar el lunes, mi ilusión de contar con cines para el estreno de Días de Mayo se había evaporado. El distribuidor consiguió dos salas (el Village Recoleta y el Unicenter, pero con la última función a las 17 hs, es decir lo mismo que nada). Por mi parte, hice gestiones para el Arte Cinema y el Gaumont y, por ser la película rosarina, conseguimos dos complejos en Rosario. A esta altura, el distribuidor quedó totalmente desdibujado. Sumado a que en la segunda semana aceptaba que nos bajaran la película del cine Monumental de Rosario, a pesar de haber superado la media, algo que por suerte no sucedió. Por otra parte, las gestiones de Fiscalización no sabemos si las hicieron o las anotaron para mi próxima película.

Como resultado de todo esto, debo decir que Días de Mayo funcionó solo en tres cines (Gaumont, Showcase y Monumental de Rosario) sumando un poco más de 7.000 espectadores en 4 semanas. Una cifra atendible por la precariedad del estreno, pero a su vez muy exigua, que revela algo que está sucediendo con casi todos los estrenos nacionales: el sistema de distribución como lo conocemos hasta ahora está prácticamene agotado.

Y aquí hay que hablar de lo verdaderamente importante y que nadie dice: el mayor enemigo del cine argentino son las cadenas de exhibición multipantallas. Ellos son los que, contraviniendo la ley, niegan las salas o les dicen al público que la función está llena cuando está vacía o hasta le recomiendan que vean otra película o llegan al extremo de grabar en el contestador del cine (ese que te da los horarios de las funciones) que la copia de tal película argentina tiene una rayita en un rollo (sí aunque usted no lo crea eso sucedió).

Entonces, ¿qué hacer? Hay que buscar alternativas, potenciar y crear muchos más espacios INCAA y ¿por qué no? confiscar una sala de cada complejo multipantalla que sea exclusiva para el cine nacional. Es una manera de que estas empresas multinacionales dejen un poco de todo lo que se llevan aquí. De la misma manera que se les quitó las AFJP a los consorcios multinacionales, ¿por qué no se les puede confiscar una sala a estos grandes monopolios de la exhibición y la distribución? También hay que decidirse a buscar otros canales y quitarnos el ego de directores cuyas peliculas sólo se vean en las salas. Podemos hacer un estreno simultáneo en cines, DVD, Internet, TV y todo los que se nos ocurra si el objetivo es que la película se vea y que efectivamente podamos tener nuestras regalías por cada instancia de difusión.

Por mi parte, les comento que reabrimos en Rosario un viejo cine arte llamado Arteón, que también funcionará algunos días como espacio INCAA y que programará mayoritariamente las películas argentinas que tienen poca difusión como así también el cine que escasamente llega a los complejos, fundamentalmente el latinoamericano, el europeo y el asiático, que son muy dificiles de ver en Rosario.

Gustavo Postiglione
Junio 2009

.

17.6.09

Murió Fernando Peña


Víctima de un cáncer de larga duración, hoy por la tarde murió el actor uruguayo Fernando Peña. Conocido por sus personajes radiales, y por su desempeño en el teatro con obras como "Mugre", "Intimidad rioplatense", "La burlona tragedia del corpiño", y "Gracias por volar conmigo", entre otras, tuve un breve paso por el cine argentino con el film "Pura sangre" (2006), de Leo Ricciardi, estrenado en Buenos Aires el 5 de abril de 2007.

Peña, cuyo nombre completo era Fernando Gabriel Peña Mendízabal, era profesor de inglés, comisario de a bordo, actor, escritor y conductor radial, entre otras profesiones en las que incursionó a lo largo de sus 46 años de vida. Había nacido el 31 de enero de 1963 en Montevideo, y murió hoy, 17 de junio de 2009, en el Instituto Fleming de la ciudad de Buenos Aires.

Para recordarlo, el audio de uno de sus programas radiales en el que interpreta a Roberto Flores, uno de sus más célebres personajes.


.

15.6.09

A días de las elecciones parlamentarias Nacha Guevara canta su autobiografía: "Sólo Dios sabe lo que viví..."


A punto de ser elegida diputada nacional por la provincia de Buenos Aires representando al oficialismo, repasamos la vida política de Nacha Guevara. Para hacerlo, pasamos en limpio la letra de la canción "Aquí Estoy", que la propia Nacha grabara en 1980 desde su segundo exilio -el primero fue en democracia, cuando la amenazaron de muerte; el segundo, en 1976, en un tristemente célebre atentado que sufrió el teatro en donde ella se presentaba y que terminó con la vida de uno de los empleados de la sala por la explosión de una bomba-.

Para conocer más acerca de la vida pública de la actriz y cantante, pueden escuchar acá el programa 88º de Rastros de Carmín, donde le dedicamos un especial. A continuación, la letra de "Aquí Estoy", y un video de la Televisión Española donde una casi irreconocible Nacha lo canta en vivo en 1981.


Aquí Estoy (Nacha Guevara) -1980-
Tiempos mejores, tiempos peores viví
y estoy aquí.
Champagne a veces, otras, cerveza o anís,
y estoy aquí.
Caminando suelas gasté
y en el camino también lloré.
Mis ilusiones perdí
y estoy aquí

Con proletarios y con magnates viví
y estoy aquí.
Con uñas y dientes claro que me defendí
y estoy aquí.
Tristes pensiones o el Waldorf-Astoria,
ahora ya sé que no existe la gloria.
Odio y amor conocí
y estoy aquí.

Zorros plateados que luego serán empeñados
y aquí estoy.
De Interviev hasta el Vogue,
desde aquí hasta el Carnegie Hall
y aquí estoy.
Anónimos y flores recibí.
Dije "No" cuando otros dijeron "Sí".
En aquellos tiempos duros, dura fui.
Sobreviví a Lopez Rega
y estoy aquí.

Algunos me ha dicho más de una vez
"Huy, que agresíva que es"
o sino, "Por favor, Nacha, dígame:
usted ¿no es la hermana del Che?"

Vi pasar inviernos, vi dictadores morir
y estoy aquí.
De Juan Pablo I la bendición recibí
y estoy aquí.
Autógrafos, chismes, listas negras,
envidia, rosas y miseria.
De la vida lo bueno y lo malo aprendí.
De mis maridos huí
y estoy aquí.

Algunos respetables del show-business
dijeron "¿Y esta quíen es?
¿Es cantante?, ¿Es actriz o qué cosa es?"
Ahora aquí estoy, ¡Mírenme!

Tiempos mejores, tiempos peores viví
y estoy aquí.
Champagne a veces, otras cerveza o anís
y estoy aquí.
De las tres "A" a las tres "Z" fui.
Bomba y bombones, ¡C'est la vie!
Resistí todo el año anterior y aquí estoy todavia.
Sólo Dios sabe lo que viví
ayer y hoy.
Y aquí estoy.
Mírenmé.
Que aquí estoy



.

9.6.09

Bienvenidos a 'Adventureland', la nueva genialidad de Greg Mottola


Aunque Judd Apatow es actualmente uno de los directores de comedia más grandes en Hollywood, su legado se remonta a la década de los 90 donde fue el autor de numerosos programas de televisión. Fue la serie ‘Freaks and Geeks’ donde elogiaba a los bichos raros y gansos, la que le mostró su tacto creativo para crear historias tan atractivas como hilarantes.

La nueva película de Adventureland de Greg Mottola contiene los mismos elementos clásicos del nostálgico “Freaks and Geeks”. Greg Mottola alcanzó su fama con su trabajo más reciente titulado "Superbad" y, en cierto modo, es triste ya que "Adventureland" es una película completamente diferente. De hecho, esta no es una comedia sexual de adolescentes con las hormonas aceleradas, sino un relato sobre un joven universitario, bastante aplicado, que encuentra su primer amor mientras trabaja en un parque de atracciones por verano. A pesar de todo lo mencionado, no se equivoquen, Adventureland es muy graciosa y hay bromas muy ingeniosas. Sin embargo, no esperen encontrar algo cercano al lenguaje malhablado y las payasadas juveniles de Supersalidos.

La película tiene un caracter casi autobiográfico. Eso es lo que hace realmente especial el filme. Está basado en las propias experiencias de su director Mottola y se siente esa sensación de empatía al ver la atención a los detalles y el uso de emociones nada artificiales.

La trama nos presenta a Jesse Eisenberg (James Brennan), un jóven virgen y romántico que comienza sus primeros pasos en la universidad y que ansia hacer un viaje salvaje con mochila por toda Europa junto a sus amigos. Sus sueños se ven destrozados cuando su padre le obliga a trabajar en un parque temático para poder pagar su escuela. Allí conocerá a un grupo de inadaptados sociales incluyendo a actores como Martin Starr, Ryan Reynolds y la emo misteriosa pero atractiva Kristen Stewart.

Eisenberg comparte similitudes con otro actor de su misma categoría y nivel de interpretación como Michael Cera. A diferencia de Michael Cera, Eisenberg se las arregla para ser gracioso al mismo tiempo que dar credibilidad a toda sus interpretaciones.

Kristen Stewart ("Crepúsculo"), también destaca por su magnífica interpretación en el filme. Ahora es una gran estrella gracias a su última película “Twilight”. En Adventureland, es precisamente esa clase de personas a quienes uno le gustaría encontrar al trabajar en un parque de atracciones, ligeramente aspera pero sabia e inteligente.

La banda sonora es un componente crucial donde se hace un buen uso del momento adecuado. Destaca la música de Lou Reed y algunas mezclas de rock indie clásico que dan un toque distintivo a la película. A pesar de que el filme no es evocador de mis propias experiencias, tiene un sentido increiblemente contagioso de nostalgia. Hay algo sobre los días de verano calurosos y adolescentes pasando el tiempo reflexionando sobre el futuro que casi me parece universal. Por tanto, creo que la película conectará con más de un telespectador motivado a ver un buen concepto en pantalla. Sólo espero que la gente no entre a ver el filme buscando una segunda entrega de Superbad.

(extraido de http://general.cinequo.com/comedia/adventureland-analisis/)


2.6.09

Así es "CINÉPATA", el portal de descarga gratuita de films puesto en marcha por Alberto Fuguet


Alberto Fuguet parece seguir los pasos de Clint Eastwood: crear, crear y crear. Y aunque el viejo Clint podría ser el padre del inquieto escritor y director chileno, esa pasión por seguir en movimiento parece hermanarlos.

Así, llegó el momento del lanzamiento de Cinépata, un portal destinado a la descarga de films digitales, de manera gratuita y en cualquier lugar del mundo. Sí, en tiempos donde tantos se llenan la boca hablando de democratización de contenidos, encontramos un sitio que funciona como 'bodega digital' de películas que, en muchos casos, ven la luz por primera vez. Largometrajes, cortos (se destaca lo nuevo del propio Fuguet, 2 horas), clips, cine-garage, y todo tipo de material audiovisual puebla e irá poblando este nuevo y verdadero refugio del cine en general, y del latinoamericano en particular. Todo a un click de distancia, con posibilidad de descarga para múltiples formatos, e incluso el pasaje a DVD.

Sólo resta darse una vuelta por un proyecto que lleva varios meses en la cabeza de su creador, y apenas unos días en el universo virtual. ¡ A disfrutarlo !


Gonzalo Beladrich
Junio 2009



¿ Qué es 'Cinépata' ?

Bienvenidos a www.cinepata.com, un sitio cinéfilo donde encontrarás largos, cortos, clips y otro material audiovisual “indie” eminentemente latinoaméricano.

El sitio tiene su base en Santiago de Chile y es el brazo digital de la productora de Cinépata, del escritor/cineasta Alberto Fuguet y el ingeniero comercial Mauricio Varela, entre otros. En Cinépata.com encontrarás material audiovisual creado u apoyado por Cinépata, como filmes y cortos de amigos de la productora o simplemente de gente que se siente cercana a la sensibilidad de Cinépata y desea tener una plataforma ordenada y ad-hoc donde mostrar sus trabajos.

Cinépata.com es una galería/multicine/librería/bodega digital donde podrás descargar, gratuitamente, filmes, cortos y otro tipo de material audiovisual para el uso que estimes conveniente. Podrás bajar clips para tu celular o largos para tu iPod. Podrás bajar cintas en la mejor resolución para verlas en tu ordenador o en tu televisior o, si lo deseas, quemar dvds para tus amigos.

Tú verás. Confiamos en ti y confiamos que te gustará el tipo de cine que iremos creando y subiendo a nuestro sitio. Algunas cintas aparecerán en cines grandes o quizás se exhiban en festivales o a lo mejor simplemente se estrenen directamente en Cinépata.com.

.