24.9.09

Los fundadores del Grupo de Cine Liberación, a favor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual


Por la aprobación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual
Por Octavio Getino y Nemesio Juarez (directores) *

Como cineastas, pero antes que nada como simples ciudadanos, queremos manifestar nuestro total respaldo al proyecto que se encuentra en debate público sobre a una nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Este proyecto, sujeto sin duda a perfecciones que irán introduciéndose en el propio debate, recoge aspiraciones de la mayor parte de la sociedad argentina frente a una legislación heredada de la dictadura militar y hoy defendida ciegamente por muchos de los que se proclaman partidarios de la libertad y la democracia. Representa aspiraciones como las que estuvieron presentes entre quienes elaboraron pocos años atrás los primeros proyectos para una verdadera democratización de los medios, entre los más representativos, el de los 21 puntos que desde el año 2004 formaron parte de la “Iniciativa Ciudadana por una Ley de Radiodifusión para la Democracia” elaborada por decenas de organizaciones sociales de los servicios de radio y TV y por personalidades de la Cultura, como WACC-AL, COSITMECOS, FATPREN, FARCO, FETRACOM, DAC, entre otros.

Allí se afirmaba: “La radiodifusión es una forma de ejercicio del derecho a la información y la cultura y no un simple negocio comercial. La radiodifusión es un servicio de carácter esencial para el desarrollo social, cultural y educativo de la población, por el que se ejerce el derecho a la información… Si unos pocos controlan la información no es posible la democracia. Deben adoptarse políticas efectivas para evitar la concentración de la propiedad de los medios de comunicación. La propiedad y control de los servicios de radiodifusión deben estar sujetos a normas antimonopólicas por cuanto los monopolios y oligopolios conspiran contra la democracia, al restringir la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho a la cultura y a la información de los ciudadanos”.

Otro aporte fue el que suscribimos a fines de noviembre de 1988 casi un centenar de cineastas, teleastas y videoastas cuando promovimos el “Foro del Espacio Audiovisual Nacional” donde, con la firma de algunos compañeros que procedían de Cine Liberación y que ya no están entre nosotros –como Gerardo Vallejo y Envar El Kadri-, así como de muchos otros cineastas que aun prosiguen su labor a favor del audiovisual nacional (David Blaustein, Pablo Rovito, Martín García, Eva Piwowarsky, Susana Velleggia, Carlos Galletini, Carlos Obes, Fernando Solanas y Gabriel Arbós, entre muchos otros), se proponía que “los medios deben contribuir al desarrollo de los procesos que hacen a la identidad cultural, al autoconocimiento y a la creación de una cultura nacional con sentido federalista y latinoamericano” y que debería ser prioridad de los mismos “posicionar en términos positivos la imagen de los sectores sociales, regionales y étnicos más relegados, prestando particular atención a los problemas de la mujer y la infancia” para los cual “los medios de comunicación audiovisual requieren de políticas integrales… a través de la concertación entre el Estado, el sector privado y las organizaciones sociales (por lo que) debe incrementarse en términos cuantitativos y cualitativos la presencia de la producción nacional en los medios audiovisuales… a fin de que los mismos incidan en beneficio de nuestro espacio audiovisual y nuestra cultura”. Todo ello para promover un “modelo comunicacional que de deberá estar imbuido de un profundo espíritu social, pluralista, federal, multidireccional y antimonopólico, en el cual puedan participar todos los sectores de la sociedad argentina”.

Han transcurrido más de 20 años de esas últimas propuestas y entendemos que, además de servir para recuperar la memoria, las mismas forman parte o lo están siendo del proyecto de ley que se elevará a su debate en las cámaras del Congreso, por lo que convocamos a directores, autores, técnicos y profesionales de los medios audiovisuales a intervenir activamente en este debate para el logro de una legislación que contribuya a democratizar y mejorar la información y la comunicación entre los argentinos. Será esta una manera de enfrentar los intereses económicos y políticos de todas aquellas fuerzas que sin ninguna ética social ni vocación de servicio público intentan la “sojización” de la cultura audiovisual y de la cultura en general como una manera de defender sus intereses económicos y mediáticos sectorizados, para perjuicio de la mayor parte de nuestro pueblo y del futuro de la Nación. Creemos que el parangón con la soja es válido en cuanto puede arrojar algunas luces sobre la situación actual no sólo porque los que ven peligrar sus privilegios son los mismos que apoyaron al campo para defender los suyos.

Entendemos similares las consecuencias del discurso único, en lo ideológico y en lo cultural actuando oligopólicamente en los medios, como el monocultivo en tanto pérdida de la biodiversidad de los productos de un suelo cuya soberanía última pertenece al pueblo, por un lado y por el otro como pérdida, en un ámbito que debiera compartir la misma soberanía: el Espacio Audiovisual, en tanto renuncia al enriquecimiento cultural que proporciona el acceso a la diversidad de productos culturales que son expresión de las multifacéticas expresiones populares en el ámbito de nuestro territorio, así como a la que potencialmente podríamos acceder de otros pueblos del mundo.

Se hace necesario señalar que la promulgación de esta Ley garantiza en el Espacio Audiovisual la aplicación del compromiso emanado de la Convención sobre la Diversidad de las Expresiones Culturales de la UNESCO, que el Congreso ratificó el voto gubernamental en aquella Convención, en cuya discusión la representación argentina de las Entidades de la cultura agrupadas en el Foro para la Defensa de las Industrias Culturales tuvo una decisiva actuación.

Esperamos un voto positivo para esta Ley, porque si la consecuencia del fracaso de la resolución 125 originará, por la explotación intensiva, la desertificación paulatina de nuestro suelo; el fracaso de esta Ley –para terminar con el parangón sojero- tendrá como consecuencias la profundización de la esterilización de las conciencias de nuestro pueblo anulando su capacidad de expresar su identidad y de enriquecerla con la proveniente de otros pueblos.


* Octavio Getino y Nemesio Juárez, cineastas, co-fundadores de lo que fueron el Grupo de Cine Liberación y el Espacio Audiovisual Nacional.

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