16.2.09

El detrás de escena de "Milk"


La película sobre Harvey Milk tuvo una larga gestación. En 1992, parecía que Robin Williams interpretaría al mártir político de San Francisco, proyecto que no se concretó. A través de los años, Daniel Day-Lewis, Kevin Kline, Richard Gere, Kevin Spacey, James Woods y Steve Carell aspiraron a ser Harvey Milk.

El papel recayó finalmente en Sean Penn, y la convicción con que lo habita hace olvidar cualquier especulación sobre quién más podría encarnarlo. Pero cuando Penn aceptó protagonizar Milk a fines de 2007, aún existía la posibilidad de que se rodara otra biografía -basada en el libro de Randy Shilts, The Mayor of Castro Street- al mismo tiempo y en las mismas locaciones.

Penn insistió en que le dieran la seguridad de que la otra versión no se filmaría en el edificio municipal mientras él actuara allí. "Sean necesitaba saberlo sólo por una cuestión de claridad -dice Gus Van Sant, director de Milk-. Habría sido como mezclar dos sopas al mismo tiempo. Los técnicos se habrían superpuesto y los Harvey se tropezarían entre sí."

Penn no tenía de qué preocuparse. Mientras Milk tuvo la suerte de que todo pronto se dio sin problemas, el otro proyecto estaba condenado a fracasar, después de que varios guionistas intentaron adaptar la biografía de Shilts durante 16 años. Esa película, Mayor of Castro Street, iba a ser una gran producción con un presupuesto de 60 millones de dólares. Van Sant, que hizo Milk con 20 millones, piensa que un presupuesto más abultado podría haberlo limitado. "Castro Street era un lugar re-loco, y quizá habrían pensado que no podían mostrar eso", dijo.

De hecho, Van Sant en algún momento estuvo involucrado en la otra película sobre Milk, pero no pudo decidir en qué parte de la agitada vida de Milk convenía centrarse. "No me gustaba el guión -señaló-. A Robin (Williams) le parecía bien, a Warner también. Pero a mí me ponía nervioso que no tuviésemos la aprobación de la comunidad gay".

Casi una década más tarde, apareció en escena Dustin Lance Black, guionista de la serie de TV sobre la poligamia, Big Love. Black había pasado parte de su juventud en East Bay y conocía los logros de Milk, integrante de la Junta de Inspectores de San Francisco (cuerpo legislativo del condado de San Francisco) que era agresivamente abierto con respecto a su homosexualidad.

A Black le impresionó la forma en que Milk ayudaba a los jóvenes a revelar su identidad sexual. Y cuando tuvo tiempo libre, decidió empezar un guión desde cero. En busca de fuentes originales, Black entrevistó a Cleve Jones y Anne Kronengerg, activistas compañeros de Milk, y a su adversario político Art Agnos. "Fue como David y Goliat", dijo Van Sant sobre el intento de Black de superar a los guionistas más experimentados de Hollywood.

"Para mí, era una cuestión personal -dice Black-. No tenía que seguir ninguna regla. No tenía un presupuesto de 60 millones. El límite de crédito era el que me permitía mi tarjeta. Y todo eso te da libertad. Podés decir que Harvey se acostaba con su novio y que esas personas tenían relaciones sexuales y se enamoraban. Podés ver lo que pasaba en Castro Street, y nadie te dice que no."

El guión no carece de sexo, drogas y rock & roll. Pero su método para hablar de la comunidad gay de los '70 no pasa por eso sino por la política. Esta actúa como filtro y, cuando vemos a los habitantes de Castro bailando en la calle, también se ve a Milk enseñándoles organización comunitaria.

Si bien no se pasan por alto las relaciones más importantes de Milk, la atención se centra en su ascenso como líder político. Penn lo representa como alguien rígido que pronto se suelta y se convierte en un político astuto, capaz de descifrar el interior de las personas y torcer su voluntad.

La historia de Milk se acotó "podándole partes", dice Van Sant. Por eso, no aparece el juicio a Dan White por el asesinato del alcalde George Moscone y de Milk, ni la defensa que utilizaron sus abogados, ni los White Night Riots, los disturbios que se produjeron cuando una multitud, indignada por la breve condena que recibió White, salió del barrio de Castro y marchó al Centro Cívico.

"Lance tomó ciertas decisiones con respectó a qué partes de la historia contar. Se llegó a un equilibrio. Por eso no vemos la primera visita de Cleve a un baño público". "Ojalá la hubiésemos visto. Esa historia me gustaba mucho", dice Black con una carcajada. Cleve Jones, un viejo activista por los derechos de los homosexuales que concibió el tapiz conmemorativo de las víctimas del sida, fue la fuente principal de Black.

A diferencia de otros guionistas, Black no incluyó nada sobre la infancia de Milk y muy poco sobre su vida en Nueva York. "El decidir que el gancho era el movimiento político me ayudó a limitar el lapso que iba a abarcar -precisa Black-. No hacía falta empezar con su infancia. Se podía empezar cuando se mudó a San Francisco."

El guión de Black muestra a Milk con todas sus debilidades, inclusive la grosería con que hablaba. A su novio latino, Jack Lira, lo llamaba Taco Bell, como la cadena de comida mexicana. "Harvey no temía ofender a las personas. Decía lo que se le ocurría -dice Van Sant-. Cuando uno oye hablar a Harvey y sus amigos en la película, ve que usan palabrotas que los otros jamás incluirían."

Todo salió a pedir de boca para que Milk rápidamente pasara de ser sólo un rumor en el Festival de Cine de Toronto en setiembre de 2006 a convertirse en un hecho concreto tres meses más tarde.

El éxito de Secreto en la montaña, otra película que muestra una relación homosexual, facilitó la concreción de Milk. "Creo que podríamos haberla hecho sin Secreto... -dice Van Sant-. Pero siempre ayuda tener un modelo que tuvo éxito y ganó plata".

El rodaje de Milk empezó en San Francisco en enero de 2008. Esta vez, el director no tuvo que pelear con los productores para que la película se filmara en la ciudad. De eso se ocupó la estrella. Penn, que vive en la zona, dijo: "No la puedo hacer si no la filmamos acá". Nadie se lo discutió.

Cuando un problema de agenda hizo que Matt Damon no pudiera interpretar el papel de White, los realizadores siguieron adelante en lugar de esperarlo. En diciembre de 2006, Josh Brolin estaba en conversaciones para ese papel.

Hacer de asesino de Milk fue "escalofriante y perturbador -dice Brolin-. Lo único que lo hacía soportable era que los habitantes de San Francisco nos apoyaron en todo. Yo estaba alojado en la zona de Castro y, cada vez que salía a comprar algo, tenía miedo de que la gente me gritara algo. Pero fue todo lo contrario. No podrían haber sido más amables."

Para la escena en que Milk le ruega a una multitud reunida en el Centro Cívico que haga pública su condición de homosexual, miles de lugareños se congregaron en la escalinata del edificio de la Municipalidad, ahorrándole a la empresa el costo de contratar extras. Los vecinos también participaron en una escena donde se ve un desfile de Gay Freedom.

Muchos comerciantes de la zona de Castro Street autorizaron al equipo de producción a retocar el frente de sus tiendas para adecuarlo a como estaba en los '70. El alcalde Gavin Newsom ofreció el uso de United Nations Plaza.

El coproductor Bruce Cohen, considera que Milk tiene como tema a la ciudad tanto como a un hombre. "Es un lugar de cuento que es parte de la historia -dice-. Estar aquí recreándolo para nosotros es increíble."

(extraído de http://www.clarin.com/diario/2009/02/06/um/m-01853247.htm)

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