Diario del BAFICI - Día #8

SOMOS NOSOTROS
Dir. Mariano Blanco (Argentina, 2010, 70')


La película más tentadora, a priori, de todo el catálogo. Mar del Plata en invierno, un grupo de amigos skaters, y el deambuleo por las reconocibles calles de esa ciudad esquizofrénica. Plus: "el director más joven en la historia de la Competencia Argentina" (¿?)

Empecemos por desmitificar uno de los mitos urbanos más fuertes de este Bafici: "Somos nosotros" no es un film generacional. Es una película sobre Mariano Blanco y sus amigos skaters, centrado en tres historias que casi no se conectan ni se profundizan tampoco, contada en largos y prolijos planos secuencia, y con una alta dosis de improvisación en el armado de los diálogos.

Estos amigos no usan computadoras, no se los ve con su ipod en las orejas, tienen trabajos mediocres, y no parecen tener mucho para decir. Lo que se ve en el film es que seducen en Morón, cogen en el microcentro, y andan en patineta en Mar del Plata. Y esa es una de las razones por las que, al comienzo, me costó tanto conectar con la propuesta. Se supone que transcurre íntegramente en Mar del Plata, pero la primera historia se desplaza por las reconocibles calles del centro de Morón, y la segunda historia ¡en la peatonal Lavalle!. Les aseguro que en un momento temí que apareciera de fondo el obelisco...

Alguien podrá decir que esa "desconexión" inicial es un tema mío nomás, y que me la tengo que bancar. Mmmm, bueno, supongamos que pueda ser así (aunque me resisto a creer que filmar Lavalle y hacer de cuenta que es Mardel no exige un esfuerzo importante por parte del espectador local), de todas maneras la peli pierde un poco de fuerza en ese intento de "realismo" que Mariano dice querer imprimirle a su peli. Realismo que se ve en los planos secuencia (algunos hermosos), y en la falta de música que acompañe el film, más allá de la que los mismos protagonistas están escuchando.

En fin, quizás eran muchas expectativas frente a un film pequeño y un tanto a la deriva. Tener 20 años y hacer un largometraje con buenos encuadres y bien iluminado (aun en las escenas nocturnas, que son las mejores de la peli) es meritorio y abre un camino. Pero de ahí a afirmar -como hizo el presentador- que por primera vez una nueva generación encontró su voz y sus imágenes me parece un tanto exagerado.

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